3 canciones

3 Canciones
- Bob Dylan – Tangled up in blues
“Cuando se hiere el orgullo, es cuando más difícil se hiere la vanidad” decía Nietzsche. A mi me habían echado del trabajo y conocía poco de Bob Dylan. Con tiempo libre, era momento de ponerme al día con lo que de verdad importa, con lo que nos conmueve y nos hace soportar la vida. Por intuición Bob Dylan tenía que ser uno de ellos, además, el Blood on the tracks era uno de los top 10 de los mejores discos de la historia en la revista Rolling Stone.
El Blood on the tracks era un disco que llamó la atención por su título y no lo dude, fue el primero en escuchar completo. La primera canción es Tangled up in blues. Me gustó el ritmo, la melodía. Pero no había tomado atención a la letra. A esa famosa letra…
She lit a burner on the stove and offered me a pipe
“I thought you’d never say hello, ” she said
“You look like the silent type”
Then she opened up a book of poems
And handed it to me
Written by an Italian poet
From the thirteenth century
And every one of them words rang true
And glowed like burning coal
Pouring off of every page
Like it was written in my soul from me to you
Tangled up in blue
Era una historia de ficción, mágica. Diversas historias de amor, que al final eran lo mismo, distintos tiempos, distintos escenarios ¿Distintos personajes ? No lo sabía. Pero Bob Dylan tejía una historia mayor, una meta-historia de amor, donde el amor siempre se escurre y escapa. Y donde el punto culmine eran los versos recién compartidos. Todo me parecía tan lejano, pero tan intímo al mismo tiempo. La fogata, el libro de poesía, la pipa, el carbón, eso tenía que ser algo cercano al amor, algo que nunca había sentido. El descubrimiento me hizo llorar ¿Por qué no puedo tenerlo ? ¿Lo viviré alguna vez?
¿Has estado buscando algo por años sin encontrarlo? Nunca sentí la necesidad de tener una pareja de manera total hasta escuchar esta canción. No era un misántropo después de todo, solo era uno que atesora su privacidad. Tangled up in blue me dio un estándar del amor, al menos sus símbolos. Por años pensé que tenía un problema, pero no, no era yo. Solo era distinto, mi amor o amores, me estarían esperando en alguna esquina del espacio y tiempo. Tenía que encontrarlos.
2. Beach Boys – I just wasn’t made for these times
Ya estaba trabajando como vendedor en una tienda de vinos en Paris. Era una mañana y puse a sonar el Pet Sounds mientras ordenaba y clasificaba los vinos de la tienda por regiones, a diferencia de como se hace en Chile, que es por cepa. Los Bordeaux poniéndolos en valor, los Bourgogne también, y así.
Hasta que suena I just wasn’t made for these times. No tuve ni que buscar la letra ni nada, la música sonaba fuerte y el inglés americano se entendía.
I keep lookin’ for a place to fit in
Where I can speak my mind
And I’ve been tryin’ hard to find the people
That I won’t leave behind
Brian Wilson ya tenía mi atención. Ya llevaba cuatro años de viaje nómada , y los rostros que tanto me habían hecho ilusiones y dado felicidad se habían esfumado. Ya había incorporado la lección de lo pasajero. Y una cosa es estar solo, pero otra cosa es estar solo después de haber estado acompañado. Así estaba yo.
They say I got brains, but they ain’t doin’ me no good
I wish they could
Each time things start to happen again
I think I got somethin’ good goin’ for myself
But what goes wrong?
Sometimes I feel very sad
The beach boys, la banda que pensaba que era todo surf, playa y rubias, me tenía contra las cuerdas, y en un espacio público.
Every time I get the inspiration
To go change things around
No one wants to help me look for places
Where new things might be found
Each time things start to happen again
I think I got somethin’ good goin’ for myself
I guess I just wasn’t made for these times
Tuve que cerrar la tienda y poner el cartel que volvía en cinco minutos y fui a llorar a la bodega. Un llanto largo e intenso. Un llanto de soledad y derrota. Había ya pisado los cinco continentes, conocido mucha gente y sus costumbres, estremeciéndome en montañas, bosques y ciudades, pero aún así sentía que nada había servido. Me sentía solo como una rata, pero había algo de sagrado en ello, era mi derrota, era mi soledad.
3.Sumo – Divididos por la felicidad
A Sumo solo lo conocía de nombre ya entrado en mis 30 años. Mezcla de ska, rock latino, post punk, su música ya me parecía única.
Estaba en la tienda de vinos escuchando a Sumo, en esos ataques latinoamericanos que de tanto en tanto arremeten, sin permiso, como respuesta a la alienación y conciencia de otredad en Francia. Cuando eso ocurre, hay dos caminos, o refuerzo mi raíz latina con autores conocidos, o la expando con nuevos símbolos. Esta vez era la segunda.
What a good time
What a lovely time
What a good time
What a lonely time
No sé qué me pasó. La letra era relevante, pero más lo era la música, ese sonido post punk Madchesteriano que tanto me recordaba inconscientemente el confinamiento COVID, donde fui feliz, alejado de los estímulos externos.
Ohhhh oooohhhhhh ooooohhhh
El grito de Luca me estremeció. Acompañado con ese instrumento glorioso que es el saxo sentí que nada más importaba, que el Universo empezaba y terminaba con ese grito profundo y que abarcaba todo. Era un llamado de lo salvaje, imposible de ignorar. Había sido absorbido, estaba entregado.
Tuve que correr a la bodega con todos los cartones de vinos y ponerme a llorar. Era un llanto dentro de una época luminosa, donde esa soledad que me perseguía ya la tenía incorporada y no me hacía tanto daño.
No importó nada, el grito de Luca era total. Lloré felicidad, lloré tristeza, lloré la vida que se me iba en cada segundo.
Nice!!!!