Por qué leer a Bolaño

¿Por qué leer a Bolaño?

Leer a Bolaño ¿Por qué?  Porque te da ganas de vivir. Porque es el justo medio entre el ratón de biblioteca y el escritor callejero. Porque es la droga de puerta de entrada. Porque te motiva a leer, pero no para ganarle el debate a la vereda opuesta, sino para sentir y luego vivir. Porque Bolaño es la vida poética.

 

El escritor chileno es de los grandes nombres del siglo XXI, y pese que casi no pudo disfrutar su popularidad y éxito dejándonos el 2003, ya casi 20 años después de su partida, su nombre sigue muy vigente. Su nombre es seguro en toda librería sería, en el país que sea. Es que Bolaño formó a un ejército de lectores jóvenes soñadores y reaccionarios que fantasean con visitar Blanes en Cataluña, o recorrer el DF de Los detectives salvajes. Seguir las huellas del mentor.

 

Pero también es el que le deja citaciones sabrosas y estructuras innovadoras a la Academia. Bolaño no sería funado o cancelado en ninguna protesta, y tampoco se le miraría con desprecio en ninguna conferencia. Es que es Bolaño.

 

Yo te recomendaría tal vez antes que leer a Bolaño, escucharlo en esta entrevista, para la feria del libro en Chile. 

El tipo es distinto, su sapiencia literaria, con su experiencia de vida y su elocuencia y acento neutral de chileno/mexicano/español embrujan.

Pero, ¿Por qué leer a Roberto Bolaño?

 

Porque no es un autor chileno, ni mexicano, ni catalán. Porque es todo al mismo tiempo, y te puede mostrar el bajo mundo del DF con el rey de los putos, o un tiroteo en el desierto de sonora, o el llanto de un sudaca clandestino tras la puerta escuchando a su amada haciendo el amor en Tel Aviv, o a este mismo sudaca acuchillar a nazis en Austria. Bolaño es complejo. Él ya lo decía “mi patria es la lengua castellana”, y quien sea, y por el motivo que sea, que haya vivido fuera de su país de nacimiento, lo sabe. Ese es el refugio.

leer a Bolaño

Pero Bolaño es más que un apátrida, o un estandarte de lo latinomericano. Bolaño es consciente de la miseria. Pero no de la pobreza, sino de la derrota. De Estrellas porno olvidadas en el hospital, de jóvenes mexicanas abusadas y asesinadas en el desierto, y del olvido.

 

Pero sobre todo Bolaño, su obra y su vida nos recuerda que vale la pena dar el salto al vacío y entrar a la pieza oscura. Que la literatura es un oficio peligroso, y que la lectura como vecina, también lo es. Los riesgos de caer en esa búsqueda son altas.

 

Más que un libro a recomendar de su obra, les diría que lo lean para sentir peligro de estar vivo. Bolaño encarna el Nietzschiano vivir peligrosamente

 

Perdí un país

Pero gané un sueño

Episodio sobre Roberto Bolaño de la serie Vagabundos.

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