Por qué leer
¿Por qué leer?
¿Por qué leer? En un mundo de redes sociales, donde la gente se informa en Facebook, consume videos en Tik Tok , debate en Twitter, dónde la conversación en la plaza ya no gira en textos.
Pareciera que en este mundo ya no hay cabida para la querida pluma. Se dice que la gente ya no lee, que ya nadie se suscribe a los diarios, que las series han reemplazado a las novelas, y que las revistas han sido depredadas por el contenido de redes.
Que hay demasiados estímulos y competencia. Empiezo a leer un párrafo y ya me estoy preguntando que habría más abajo en la interfaz de la red social ¡Que me estaré perdiendo! En un mundo así de veloz, el pesado texto se queda atrás.
Puede que todo esto sea verdad. Pero la lectura sigue viviendo, y se está adaptando.
¿Si es mejor en papel o en tableta ? Esa es otra discusión. Ambos formatos tienen pros y contra, pero al final lo importante es leer.
Yo leo, porqué ejercita el cerebro, y activa la memoria. Yo leo porque al hacerlo viajo, vivo otras vidas, vivo otras épocas, me informo, aumento mi vocabulario, me divierto y libero emociones que en mi realidad están reprimidas . Pero sobre todo, desarrollo pensamiento crítico, aprendo a articular ideas, comienzo a ser más elocuente, y donde antes veía barreras, ahora veo puentes. Empiezo a dominar el lenguaje, y no al revés. Me vuelvo más perspicaz y soy menos susceptible a la adoctrinación. Además de volverme más autónomo e independiente.
Y entre más variopinto las lecturas, tanto mejor. Leer novelas en la playa, leer poesía en un café, leer cuentos en la micro, leer ensayos filosóficos en el escritorio, leer crónicas en el baño, no importa, ni en el lugar ni el cómo, pero hay que leer.
¿Quiero saber de un tema particular? Voy al texto, no quiero depender de la opinión de otros y repetir como loro sus ideas. Quiero forjar las mías. Yo quiero ser mi brújula, y no dejarle esa labor, exclusivamente, a un Youtuber, ni a un hilo de Twitter, quiero ir a la fuente, al investigador que tuvo la obsesión, y al artista que tuvo la inspiración para escribir. No quiero escuchar ni leer interpretaciones, quiero ir de cena a un restaurante con mantel largo con el texto. No quiero ni interrupciones, ni otros estímulos, ni ruidos, solo quiero intimidad.
Y lo bueno y malo, es que se convierte en una adicción. Empieza con un cómic y terminas con textos densos filosóficos, o de divulgación científica, y sientes que el mundo se agranda, y que tu te expandes y te sobrepasas al integrar lo desconocido a tu ser. El orgasmo intelectual.
¿Entonces por qué leer?
Yo leo porque me ayuda a seguir, porque es mi café espresso en la mañana que me da un horizonte. Leo porque ya me jodí y ya es más fácil hacerlo, que no hacerlo. Y porque quiero vivir más y quiero vivir mejor.
Yo leo porque quiero ser mejor que ayer.
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